Dios está en todas partes: en nuestro interior y en el interior de todas las personas que viven en nuestros ambientes, buenos o malos.
Todo viene de Dios.
Todo es manifestación de Dios.
Tambien lo que parece malo o equivocado puede convertirse el día de mañana en un bien.
Nuestros sufrimientos provienen del desconocimiento de esta verdad fundamental: Dios, que está en todas las cosas, dirige todos los acontecimientos.
Hoy les estamos enviando una correspondencia para poner a la luz de todos algo que aconteció.
Nuestra preocupación "LOS NIÑOS".
Tenemos que mirar en el niño el futuro de la humanidad. Procuremos, por lo mismo, solidarizarnos con todas las obras en bien de ellos.
Piensa que en cada uno de los niños podría ser un hijo de tu amor.
En todos los campos el niño es siempre el futuro. El niño es la esperanza de hoy, en la realización del mañana.
¡Reparte a manos llenas!
Una palabra oportuna...
Una sonrisa...
Una actitud animadora...
Un pensamiento generoso...
Y tu corazón sentirá esta gran verdad:
"í es mejor dar que recibir!"
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